Editorial: Periodismo y Globalización

Hace 10 años mi hijo Javier tenía que afrontar uno de los retos más importantes de todo joven: en qué quería desarrollar mi vida laboral y por tanto escoger una carrera universitaria que le sirviera para sentirse útil consigo mismo y la sociedad.

Me pidió consejo y al mismo tiempo me dijo que le gustaba el Periodismo y que estaba pensando el hacer Ciencias de la Información -así se llamaba entonces- . Yo empecé en la Radio en el año 1985 echando muchas horas y ganando poco dinero, pero con mucha ilusión.

Casi toda la gente de mi generación -tengo 57 años- está asentada en medios o gabinetes de prestigio, pero desde hace aproximadamente una década con la crisis económica y el inicio de la aparición de las ediciones digitales sustituyendo al papel la carrera periodística entró en barrena.

A éso había que sumar la aparición dela Facultad de Periodismo pública en Málaga y privadas en Sevilla y otras ciudades de nuestra región.

En definitiva cada año se incorporan al mercado laboral en Andalucía cerca de 800 personas, mas otros compañeros de Madrid, Barcelona, Navarra, etc. que también le apetecen venir a laborar a Andalucía.

Ante este panorama, las grandes empresas periodísticas empiezan con su “nueva” política de contratación de los recién incorporados que hacen extensiva a los “viejos” redactores. Llega la precariedad laboral y la reducción de derechos adquiridos por la vía de los hechos: contratos de servicios -cuando los hay-, obligación de hacerse autónomo, pagos por columnas editadas -si no se editan no se cobra-, y a los fotoperiodistas se les paga los reportajes que se publican y si llegan fotos de agencias, ni los gastos de gasolina.

Recuerdo el accidente de un fotoperiodista para uno de los grandes grupos editoriales de este país que iba a cubrir un acto, que no pudo decir que estaba trabajando porque en esa época no le pagaban ni la Seguridad Social.

No quiero seguir poniendo más ejemplos que los ha habido y habrá por desgracia. El último el de los compañeros de El Correo de Andalucía, donde un empresario del sector de los Seguros se ha metido desde hace pocos años con no sabemos que intenciones pero al que le sobran 7 periodistas y sin ningún tipo de problemas los larga como si fueran ordenadores que ya no funcionan.

Espero que desde las Asociaciones de la Prensa y los Colegios de Periodistas de España y Andalucía se tome nota para que entre todos dignifiquemos esta profesión hasta que consigamos unas condiciones en la que se pueda trabajar con unas mínimas condiciones.

Y para acabar decir que mi hijo me hizo caso y no se hizo periodista, estudió Magisterio y cuando acabó -el panorama estaba aún peor- no quiso seguir los pasos de su padre.

De todas formas decir que no me he arrepentido nunca de ser periodista y animo aquí a todos los jóvenes que les guste esta profesión a que sigan para adelante, aunque el futuro cada vez esté peor. Cosas de la Globalización.

Justo E. González
Vocal de la Demarcación del Colegio de Periodistas en Sevilla

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