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El CPPA se integra en el Consejo Andaluz de Medios de Comunicación para la Infancia

De izquierda a derecha –fila de arriba-: Javier Núñez (RTVE), Rafael Rodríguez (APS), Lalia González (Diario Sur), Joaquín López-Saez (COPE), Inma Carretero (8TV), Alfonso Cortes (FCOM Málaga) y Victoria Cabrera (CPPA). De izquierda a derecha –fila de abajo-: Manuel Contreras (ABC), Gloria Jiménez (FCOM Sevilla), Ricardo García (UNICEF); Joaquín Durán (RTVA), Lucrecia Hevia (eldiario.es/Andalucía), Raquel Fernández (UNICEF).

De izquierda a derecha –fila de arriba-: Javier Núñez (RTVE), Rafael Rodríguez (APS), Lalia González (Diario Sur), Joaquín López-Saez (COPE), Inma Carretero (8TV), Alfonso Cortes (FCOM Málaga) y Victoria Cabrera (CPPA). De izquierda a derecha –fila de abajo-: Manuel Contreras (ABC), Gloria Jiménez (FCOM Sevilla), Ricardo García (UNICEF); Joaquín Durán (RTVA), Lucrecia Hevia (eldiario.es/Andalucía), Raquel Fernández (UNICEF).

El Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía (CPPA) se ha integrado en el Consejo Andaluz de Medios de Comunicación para la Infancia, constituido en el marco del IV Congreso Internacional Solidari@ 2014 de Unicef, celebrado en Sevilla los días 20 y 21 de noviembre. Este Consejo, el segundo a nivel nacional tras la creación del de Aragón el pasado año, está compuesto por representantes de medios de comunicación, organizaciones profesionales relacionadas con el ámbito del periodismo y las facultades de Comunicación de Sevilla y Málaga.

El acuerdo, concebido como una gran alianza de medios para velar por la ética de la información relacionada con los derechos de la infancia, ha sido suscrito por RTVA, RTVE-Andalucía, 8 TV Andalucía, la cadena COPE, los periódicos ABC, Diario Sur y eldiario.es/Andalucía, así como por las facultades de Comunicación de Sevilla y Málaga, el Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía y la Asociación de la Prensa de Sevilla.

Asimismo, al acuerdo también se han adherido los principales medios de comunicación de la comunidad, tanto públicos, como privados, entre ellos las Agencias EFE y Europa Press, el Grupo Joly y la EMA (Emisoras Municipales y Ciudadanas de Andalucía de Radio y Televisión).

El Consejo Andaluz pretende convertirse en una herramienta útil a la infancia y a la sociedad en su conjunto, apostando por ser un foro de referencia que no se limite a emitir declaraciones de buenas intenciones sin efectos sobre la realidad. De esta manera, nace con el firme propósito de ser operativo, práctico, resolutivo y útil para los propios medios de comunicación, y también para la sociedad, especialmente, para la infancia. Los representantes de este órgano se comprometen a trabajar en tres líneas de actuación. En primer lugar, la formación de los periodistas, tanto de los actuales como de los que hoy son alumnos en las facultades, para formar e impulsar la concienciación sobre el correcto tratamiento de la información relacionada con los menores. En segundo lugar, en la deontología periodística, pues este Consejo asume que es fundamental en cualquier ámbito del desarrollo de nuestro ejercicio profesional y, por último, en el seguimiento, vigilancia, análisis y reflexión sobre el comportamiento de los periodistas y de los propios medios de comunicación, para que la ética informativa sea nuestro único referente.

En representación del CPPA, asistió la vicedecana Victoria Cabrera.

En representación del CPPA, asistió la vicedecana Victoria Cabrera.

La constitución de este Consejo implica la creación de un Grupo Permanente de Trabajo, que elaborará un plan anual orientado a lograr estos objetivos y que estará compuesto de un representante por cada uno de los soportes de difusión (prensa, radio, televisión e internet); un representante de las facultades de Comunicación de Sevilla y Málaga, otro del Colegio de Periodistas de Andalucía, y por último, de un miembro de la Asociación de la Prensa de Sevilla, entidad que ha impulsado la creación de este Consejo Andaluz de Medios de Comunicación para la Infancia promovido por Unicef-Comité Andalucía.

El Consejo se concibe como un instrumento de regularización de los propios medios de comunicación y, para ello, contará con el apoyo y asesoramiento en materia especializada de cuantas organizaciones estén vinculadas a la infancia.

 

Los medios de comunicación siguen contribuyendo a fomentar los estereotipos contra los gitanos

Los presidentes del Colegio de Periodistas de Andalucía, Antonio Manfredi, y de la Unión Romaní, Juan de Dios Ramírez-Heredia.

Los presidentes del Colegio de Periodistas de Andalucía, Antonio Manfredi, y de la Unión Romaní, Juan de Dios Ramírez-Heredia, en la presentación del informe.


La Unión Romaní acaba de publicar ‘¿Periodistas contra el racismo? La prensa española ante el Pueblo Gitano 2013’, un estudio financiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad que analiza el tratamiento de las informaciones sobre los gitanos aparecidas durante el año 2013 en la prensa española, escrita y digital, así como en varios programas de televisión. La presentación de dicho informe en Andalucía ha contado con la participación del decano del Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía (CPPA), Antonio Manfredi.

En este informe, el onceavo que realiza la Unión Romaní, se han analizado un total de 1.965 textos recogidos en 266 medios de prensa escrita y digital y 17 horas de televisión.

Un año más, la Unión Romaní lamenta que, en términos generales, el tratamiento que se dio a las noticias en contextos peyorativos fue negativo, con un enfoque estereotipado y sesgado. Por poner algunos ejemplos, se trató de forma desfavorable el 75,61% de los textos sobre droga; el 70,79% de las redacciones sobre delincuencia y el 67,98% de los escritos sobre sucesos.

En este tipo de casos, la Unión Romaní constata una vez más que el periodista suele resaltar los aspectos más escabrosos de la información e incluir el grupo étnico de los implicados como algo relevante para entender los hechos cuando desde el Código Deontológico de la profesión se recomienda lo contrario.

Asimismo, otro dato que destacan es el que hace referencia a la consulta de las fuentes gitanas. En la mayoría de los casos no se contrasta la información con las voces gitanas. Tan solo en el 31,45% de los casos se consultaron las fuentes. La pluralidad de las informaciones es esencial para un correcto ejercicio de la profesión periodística y para ofrecer una información imparcial y que recoja todos los puntos de vista de los hechos noticiables.

Los datos del informe revelan que el 13,13% de las redacciones analizadas recibieron un tratamiento negativo, mientras que la neutralidad alcanzó el 62,54%, y las noticias positivas supusieron el 24,33%. El objetivo del estudio es alcanzar el 100 % de noticias imparciales.

En cuanto a los temas sobre los que más se escribió, destacaron política y asociacionismo por encima de todos. El estudio también recoge los ejemplos de tratamientos informativos que destacaron por su mala praxis. Asimismo, se subrayan cuatro bloques informativos de los casos más mediáticos del año, como fueron el caso del ‘Ángel Rubio’, en Grecia, o el crimen de Figueres, entre otros.

Tratamiento por comunidades

Los medios de Madrid y Andalucía fueron los que más información sobre gitanos publicaron. En cuanto al tratamiento que se recibió desde las distintas comunidades, es importante resaltar el caso de Baleares, donde el 53,38% de los textos analizados se catalogó como negativo. La prensa de La Rioja destacó por su imparcialidad, ya que el 86,67% de lo publicado tenía un enfoque neutro.

La televisión, semilla del racismo

En el presente estudio se han analizado 17 horas de televisión, centrado en aquellos programas emitidos en 2013 y que consiguieron una audiencia muy elevada: ‘Palabra de gitano’; dos capítulos de ‘Callejeros’ que trataron sobre gitanos; y un capítulo de ‘Me cambio de familia’ en el que participó una familia gitana. Todos los programas se emiten en la cadena Cuatro.

Para la Unión Romaní, estos programas, cargados de sensacionalismo y mal gusto, presentan una y otra vez a los gitanos como seres primitivos y alejados de la sociedad, marginales y de baja calaña. La federación gitana lamenta que «su imparcialidad es tan flagrante que directamente no se pueden catalogar de trabajos periodísticos. Sin embargo, la audiencia respalda este tipo de formatos».

La emisión de ‘Palabra de gitano’ fomentó toda clase de mensajes racistas en las redes sociales contra los gitanos, afirma la Unión Romaní, que añade que su informe recoge algunos de esos mensajes y la repercusión que tienen en la vida de los gitanos este tipo de programas.

Informe completo ‘¿Periodistas contra el racismo? 2013’ (PDF)

Claves para la protección de los menores en los medios y las redes sociales

Seminario sobre protección de los menores en medios y redes sociales celebrado en Almería.

Seminario sobre protección de los menores en medios y redes sociales celebrado en Almería.

“Los derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen del menor no son absolutos. Cuando entran en colisión con las libertades de información y expresión habrá que ponderar cuál merece mayor protección y cuándo estará justificado limitar uno u otro”. Es una de las conclusiones del proyecto de investigación ‘La protección integral de los menores de edad en los medios audiovisuales’, que se puso de manifiesto en el seminario ‘La protección de los menores en los medios y en las redes sociales, perspectivas para profesionales de la información’, celebrado el 8 de noviembre en Almería con participación de periodistas, juristas y estudiantes universitarios almerienses.

Una treintena de alumnos siguieron con interés las cuatro conferencias, los numerosos casos prácticos planteados y los debates suscitados en el seminario, que tuvo lugar en la Universidad de Almería (UAL), organizado por la empresa de base tecnológica y despacho de abogados de la UAL Universitas Legis y enmarcado en el convenio que la institución académica mantiene con la Asociación de Periodistas-Asociación de la Prensa de Almería (AP-APAL), en colaboración con el Colegio de Periodistas de Andalucía en Almería (CPPAA).

Los objetivos del curso se cumplieron con creces: plantear, desde una perspectiva práctica, los posibles problemas que puedan afrontar los profesionales de los medios de comunicación a la hora de publicar imágenes, datos o noticias relativos a los menores de edad. La legislación española protege los derechos de estos, incluso, frente al posible consentimiento de los propios menores, cuando su capacidad así lo permite, o de sus progenitores, otorgando al Ministerio Fiscal una posición relevante. Ese derecho, en ocasiones, entra en colisión con el derecho a la información, y son muchos los medios que, en ocasiones, vulneran el derecho de los menores a su propia imagen. También hubo un apartado específico sobre las redes sociales y las posibles consecuencias del acoso a menores o publicación de imágenes o noticias a través de aquellas. Se aportaron los resultados del proyecto de investigación ‘La protección integral de los menores de edad en los medios audiovisuales’, llevado a cabo por investigadores de la UAL. Así se reflejó en la presentación que realizó el profesor Ramón Herrera, después de las palabras de la presidenta de la AP-APAL y del CPPAA, Covadonga Porrúa, que agradeció la organización de la jornada a Universitas Legis y a la UAL, “sobre un tema de permanente actualidad y de mucha preocupación para los profesionales del periodismo”.

Cámara oculta

La profesora de Derecho Civil de la UAL Alba Paños Pérez hizo un exhaustivo repaso legislativo con casos muy prácticos relativos al conflicto entre la libertad de información y los derechos al honor, intimidad e imagen. “En general se tiende a priorizar el derecho a la libertad de expresión” respecto a los otros, indicó.

En todo caso, debe tenerse en cuenta que para sacrificar la intimidad de un menor a favor de la libertad de información deben concurrir unos requisitos mínimos, a saber: “que la información tenga interés público, sobre personas con proyección pública; que sea veraz, o, al menos, que exista una razonable diligencia por parte del informador para contrastar la noticia de acuerdo con las pautas profesionales, ajustándose a las circunstancias del caso; que exista un fin informativo, que no sea gratuito y que contribuya a formar opinión pública”, dijo Paños. Pero, además, en el caso de los menores, “que no lesione sus intereses, principio de no identidad”.

Paños Pérez, en relación al uso de cámara oculta resaltó que en base a sentencias de los tribunales, Supremo y Constitucional, hay un antes y un después del 16 de enero de 2009. “El uso de la cámara oculta en el periodismo de investigación era amparado por los tribunales”. Pero, sin embargo, desde esa fecha “su uso en un reportaje de investigación es ilegítimo”, priva del derecho a decidir y se puede considerar “intrusivo”. “Solo se admitiría la utilización de la cámara oculta cuando lo justifique el interés público y ese medio sea imprescindible para obtener información”, añadió.

Desconocimiento de la especial protección de la imagen del menor

“La protección del derecho a la imagen y la intimidad de los menores de edad en los medios de comunicación y en las redes sociales” fue el tema desarrollado por el profesor de Derecho Civil de la UAL, Ramón Herrera de las Heras, quien, de principio, resaltó el desconocimiento existente en relación a la especial protección de la imagen de los menores y “la intromisión es muy frecuente en los medios”, que son los principales responsables ante la justicia. Numerosos casos prácticos suscitaron la participación de los presentes en un debate abierto e intenso.

Herrera subrayó que cuando existiese daño o perjuicio para un menor “es imprescindible mantener el anonimato, la total ocultación de su imagen, así como la eliminación de cualquier dato que, directa o indirectamente, lo identifique”. Desmenuzó casos en los que sí es legítimo y en los que no. Pero, en cualquier situación, recomendó a los periodistas que cuando sea necesario el consentimiento de los padres o tutores “se debe tener por escrito”. Aconsejó evitar primeros planos de niños o, en su caso, disponer de la autorización paterna.

“La aparición de las redes sociales complica la situación”, resaltó Ramón Herrera. Expuso las diferencias en materia de privacidad de Facebook y Twitter, e hizo algunas recomendaciones al respecto para el uso de ciertas imágenes incorporadas a internet por padres con relación a sus hijos.

En el trabajo de investigación que ha liderado Herrera, se reclama “a los poderes públicos competentes que se haga efectiva la propuesta realizada por la reciente Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual, de creación de un Consejo Estatal de Medios Audiovisuales, como órgano independiente regulador y supervisor del sector y con potestad para sancionar a los medios infractores, imponiendo multas económicas. No obstante, cabría plantearse si las sanciones previstas por dicha Ley son realmente rentables para los medios de comunicación sancionados. No cabe duda que, siendo las sanciones relevantes, la sanción “social” resulta en cualquier caso más efectiva. En puridad, esta nos parece la única vía para impedir que el tráfico informativo con los menores continúe saliendo gratis”.

Internet, menores, autorregulación

El periodista, sociólogo, gestor de redes sociales y vocal del Colegio de Periodistas de Andalucía en Almería, Miguel Clement Martín, centró su conferencia en internet y los menores, analizando cinco casos concretos: Marta del Castillo, “crimen de Seseña”, “la chica del tacón de aguja”, “caso Azkue” y bullying entre adolescentes (Jokin Ceberio en 2004 y Carla Díaz en 2013.

Internet y menores, “se trata de una relación complicada, aunque existe numerosa normativa legal que da preeminencia a los derechos de los menores frente a los informativos. Internet se ha colado entre ambas burbujas y ha amenazado con hacerlas explotar”, dijo. “Para los menores, internet sigue siendo un juego. No sólo por las posibilidades lúdicas del medio. Hacerse una foto desnudo o desnuda, enjuiciar a un compañero o una compañera de clase, mostrar filias y fobias. Se escribe y ya está. Pero internet no es un juego” y se pregunta Clement, “y nosotros, como personas adultas, ¿cómo reaccionamos? Y nosotros, como periodistas, ¿de qué lado estamos?”.

Miguel Clement hizo hincapié en que “las normas de protección de los derechos de los menores fueron promulgadas hace varias décadas a nivel mundial y las naciones las han ido incorporando progresivamente. Pero es un problema nuevo. Por eso dos ámbitos de socialización, como son la escuela o la sociedad de la información, están actuando ahora con mayor contundencia a pesar de que, en muchas ocasiones, se les achaca la indiferencia”.

Finalmente, Clement hizo mención a la legislación sobre el tema, destacando el “Código del derecho al olvido”, de abril de este año; el “Protocolo en Andalucía contra el acoso escolar”; el “Código periodístico para la infancia vulnerable”, presentado hace unos días por Aldeas Infantiles SOS España con el apadrinamiento de la FAPE; y, como “más efectivo aún, y recomendable su utilización por parte de la profesión periodística”, el informe elaborado por la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo, que promueve la Federación de Asociaciones de la Periodistas de España (FAPE) y dado a conocer este año 2014, que incluye recomendaciones deontológicas para el tratamiento periodístico y mediático de los menores de edad. En dicha resolución “hay once propuestas que tratan de paliar la presencia de niños desprotegidos en los medios de comunicación”.

Concluyó el periodista resaltando que “en pocos años hemos pasado del todo vale a reflexionar sobre la ley que queremos en internet. La autorregulación periodística es más necesaria que nunca. Y creo que esa autorregulación favorecerá que internet no sea un juego peligroso para los menores si conseguimos el respeto a las personas dando ejemplo con un trabajo profesional y ético”.

El secreto profesional de los periodistas

Pedro Martínez Ruano, profesor titular de Derecho Constitucional de la UAL y secretario general de la Universidad de Almería clausuró la jornada con una exposición sobre el secreto profesional del periodista. Reflejó en su conferencia que el artículo 20 de la Constitución reconoce y protege, además de otros derechos, el de “a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades”. Martínez Ruano abundó en el concepto del derecho de los profesionales de la información a no revelar las fuentes de la misma, no declarar ante los jueces sobre hechos que ellos revelen en sus informaciones y a no entregar material informativo. “Se pretende la protección de la fuente de posibles consecuencias adversas, salvaguardar la credibilidad y discreción del periodista, garantizar la fluidez informativa y proteger el derecho a la información”, indicó.

“El legislador –afirmó el profesor- no ha desarrollado aún el derecho al secreto profesional. La ausencia de desarrollo es muy probablemente fruto de la creencia de los propios profesionales de la información –no compartida por la mayoría de la doctrina constitucionalista- de que es más garantista acogerse a este derecho invocando directamente el artículo 20.1.d) de la Constitución Española, sin ninguna norma intermedia”. La inexistencia de norma de desarrollo obliga a caracterizar el derecho exclusivamente sobre la base de su reconocimiento por la Constitución y desde 1996 (sentencia del caso Goodwin, que al negarse a revelar la identidad de una fuente, fue condenado en su país a una multa de 5.000 libras esterlinas) por la C.E. de Derechos Humanos.

Pedro Martínez Ruano analizó el secreto al que se refiere el artículo 20 que “constitucionaliza el derecho que ostentan los periodistas a no revelar la identidad de sus fuentes, ni el material de trabajo en que se basan para publicar una determinada información y que también puede ejercerse por el director de un medio para no revelar la identidad de quien publica una carta al director”. “Estamos –añadió- ante un derecho a no revelar estos datos que, a diferencia del secreto profesional contemplado en el artículo 24.2 CE, no protege las fuentes, sino sólo al periodista, con independencia de que pueda pesar también sobre éste una obligación deontológica o jurídica, pero basada en otras normas (contractuales, por ejemplo) de no revelar su identidad. El derecho al secreto se ejerce frente a cualquier instancia pública que pudiera requerir al periodista para revelarlo (administrativas, parlamentarias o judiciales) y le exime de las responsabilidades que se derivan de no cooperar con esas instancias”.

Para terminar, Martínez Ruano quiso reflejar que “en los procedimientos judiciales, el derecho al secreto se ejerce siempre que el periodista comparezca como testigo. Pues, si lo hiciera como imputado, se incluiría en el general a no declarar contra sí mismo del artículo 24 de la Constitución. En esos casos, sin embargo, la alegación genérica del secreto profesional para no determinar las fuentes utilizadas no exonera al periodista de probar por otros medios que se ha actuado con la suficiente diligencia profesional”. Como conclusión el conferenciante destacó que “los límites del secreto, serían el conflicto con otros derechos fundamentales o en interés de la Justicia. Actualmente, sin embargo, debería estudiarse el caso concreto, ya que a la ausencia de ley se une que el Tribunal Constitucional no se ha pronunciado sobre estos posibles límites”.
Fueron más de cuatro horas donde periodistas, juristas y estudiantes universitarios participaron abiertamente en los debates y casos prácticos planteados. El equipo de abogados de “Universitas Legis” no rehusó ninguno de los planteamientos. La jornada dejó paso a otras futuras reflexiones sobre estos temas que tanto preocupan a los profesionales de la información.

El derecho a la información, un «asunto capital» para el Colegio de Periodistas

Alicia Gómez Montano , Antonio Manfredi, Carmen Morillo, Elsa González y Juan Antonio Prieto, durante la jornada sobre periodismo y propaganda.

Alicia Gómez Montano , Antonio Manfredi, Carmen Morillo, Elsa González y Juan Antonio Prieto, durante la jornada sobre periodismo y propaganda.

El decano del Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía (CPPA), Antonio Manfredi, ha subrayado que el derecho a la información es «un asunto capital» para el CPPA, que «rechaza totalmente las declaraciones enlatadas, los videocomunicados, las videoconferencias y las ruedas de prensa sin preguntas porque impiden a los periodistas realizar la más básica e importante de sus tareas: la de preguntar». En esta línea, ha aclarado que «estas prácticas son propias de la propaganda y el marketing y como tales deben ser tratadas por el periodista, que tiene la obligación de diferenciar de forma clara e inequívoca la información de la publicidad».

Así lo ha señalado en la jornada inaugural del ciclo ‘Diálogos en el CAA’, un foro periódico de discusión e intercambio de ideas que ha puesto en marcha el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA), que pretende responder a las demandas de los diferentes agentes que integran el sector audiovisual y de la comunicación.

‘Derecho a la Información: el periodismo al servicio de la propaganda’ es el título de la primera sesión de este ciclo que ha inaugurado la presidenta del Consejo, Emelina Fernández, y el presidente del Parlamento de Andalucía, Manuel Gracia. El CAA ha contado con la colaboración del Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía en la organización de esta primera edición de ‘Diálogos en el CAA’, en la que se han analizado los obstáculos que se encuentran los periodistas a la hora de desarrollar su trabajo y que impiden ejercer el derecho a la información de estos profesionales y de la ciudadanía.

Ambas instituciones, que mantienen un acuerdo marco de colaboración, han considerado necesario impulsar el debate público ante prácticas que impiden el libre ejercicio de la labor informativa y que coartan el derecho a la información, al limitar el derecho de los periodistas a realizar preguntas, o a elaborar con medios propios el material informativo.

En el debate han intervenido Alicia Gómez Montano, doctora en Ciencias de la Información y periodista de RTVE, que ha sido directora de Informe Semanal y subdirectora de los Servicios Informativos de TVE; el decano del Colegio de Periodistas de Andalucía, Antonio Manfredi; la presidenta de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), Elsa González; y el vicepresidente de la Asociación de Periodistas Europeos, Juan Antonio Prieto. La consejera del CAA Carmen Morillo ha moderado esta mesa de debate.

Los ponentes han abordado los problemas que puedan estar sufriendo los profesionales del periodismo a consecuencia de las prácticas que intenten controlar la información, convirtiéndola en propaganda. Un ejemplo de respuesta a este tipo de prácticas fue la iniciativa de un grupo de reputados periodistas, #sinpreguntasnohaycobertura, en cuyo manifiesto se recoge principalmente tanto el derecho a informar que tienen los medios, como el derecho a ser informados que asiste a la ciudadanía. Este escrito recoge la indignación de medios de comunicación y profesionales ante las prácticas cada vez más habituales llevadas a cabo por representantes de la política, del sector financiero y otros sectores relevantes, que convocan a los medios con el único fin de hacer una declaración unilateral, evitando que se ahonde en la noticia y limitando la información a su postura.

Tras esta iniciativa, el Consejo de Europa elaboró un informe sobre la libertad de prensa en Europa, en el que entre otras cuestiones, condenó la práctica de las ruedas de prensa sin preguntas en España y mostró su enorme inquietud por el riesgo de vulnerar la libertad de los medios en estos casos.

Todas estas cuestiones hacen que en esta jornada se busque consensuar o poner sobre la mesa las estrategias que puedan o deban emprenderse para acabar con prácticas como esta que ya se encuentran enquistadas y normalizadas en el día a día de los periodistas.

Antonio Manfredi, durante su intervención.

Antonio Manfredi, durante su intervención.

En concreto, el decano del CPPA ha señalado que «la moda de no aceptar preguntas en las ruedas de prensa y otras prácticas que atentan contra el derecho a la información y la libertad de expresión no son nuevas», sobre lo que ha recordado que «un repaso en la hemeroteca nos deja datos sorprendentes. Hace ya una década que los periodistas denunciamos este antiperiodismo que nos convierte en meros figurantes o escribanos».

Manfredi, que se ha referido también al auto de la jueza Alaya como ejemplo de «nuevas formas de presión», ha considerado esencial «exigir el principio de transparencia y acceso a la información a todas las instituciones, especialmente las públicas, como un derecho de la profesión periodística. Si no se garantiza este derecho, puede verse afectada la neutralidad informativa».

Asimismo, ha recordado la propuesta del CPPA a la Mesa de Ordenación e Impulso del Sector Audiovisual en Andalucía (MOISA) de que los medios de comunicación audiovisuales exijan la profesionalización, por encima de aquellos exclusivamente dedicados al entretenimiento. «De ahí, por lo tanto, nuestra exigencia del Estatuto Profesional, varado en un cajón burocrático», añadió.

Por otra parte, el decano del CPPA ha subrayado que «al Colegio le preocupan los problemas que sufren los periodistas para realizar su trabajo, pero también el perjuicio que sufre la ciudadanía que ve recortado su derecho a una información contrastada y completa». Por ello, ha apelado a la responsabilidad «de cada periodista, de cada director, de cada medio de comunicación, para acabar con estas prácticas, para lo que contarán con el apoyo del Colegio, que denunciará públicamente estas prácticas».

En esta línea, ha mostrado la intención del CPPA de reimpulsar la campaña #sinpreguntasnohaycobertura en una acción conjunta de colegios, asociaciones, sindicatos y otras instituciones, incluyendo como novedad la denuncia pública a través de medios y redes sociales «de todas y cada una de estas prácticas, a la vez que pedimos a los compañeros implicación y compromiso».

La ciudadanía percibe la manipulación

Según los datos que recaba el Barómetro Audiovisual de Andalucía (BAA), la manipulación de los medios y la propaganda no son cuestiones que pasen desapercibidas para la ciudadanía. El 80% de la población andaluza considera que las informaciones sobre casos de corrupción están sometidas al control político (Barómetro Audiovisual de Andalucía de 2013).

Esta misma encuesta revela que desde 2007 se ha triplicado el porcentaje de quienes opinan que ningún canal de televisión es políticamente neutral, al pasar del 11% de los encuestados que respondió así, al 30% en 2013.

De hecho, los asuntos más frecuentes que son objeto de reclamación ante la Oficina de Defensa de la Audiencia (ODA) del CAA siguen siendo la neutralidad, el pluralismo y la veracidad (materias que se ven afectadas por la manipulación informativa), con un total de 33 reclamaciones en 2013, una tendencia que se confirma en lo que va de 2014.

Comunicado del Colegio de Periodistas de Andalucía ante la crisis del ébola

El Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía, como órgano encargado de la representación de sus profesionales, hace un llamamiento a la responsabilidad, la transparencia y el correcto ejercicio de la profesión en una de las situaciones sanitarias más complejas que ha podido pasar nuestro país, con la crisis de salud pública generada por la aparición en España del primer caso de ébola en Europa.

La atención mundial está puesta estos días en todos nosotros y en la respuesta que como sociedad estamos dando a esta situación, ante la que se impone una especial sensibilidad y compromiso profesional en el tratamiento de la información relacionada con ella, tanto desde las administraciones y responsables sanitarios, como desde los medios de comunicación y profesionales del periodismo, evitando rumores, informaciones interesadas y no contrastadas y actuaciones más propias de un espectáculo mediático, que de una información veraz y responsable.

Como periodistas debemos exigir a las administraciones transparencia y portavoces expertos para mantener informada a la población, que espera de todos nosotros que estemos al nivel que exigen las circunstancias. Pero además, ahora más que nunca, los profesionales del periodismo debemos cumplir con nuestra función social, respetando nuestro código ético y ofreciendo una información veraz, contrastada y con el máximo rigor, que también ayude a paliar la crispación social existente y respete derechos fundamentales de los ciudadanos establecidos en nuestra Constitución.

Instamos por tanto a los medios de comunicación y a los profesionales de la información a que eviten la difusión de rumores, bulos y especulaciones, que acudan a fuentes acreditadas y que contrasten la información con las administraciones sanitarias, en base a la exigencia de cumplir con su papel de mediadores y de servicio público a la sociedad.