Entradas

El CPPA rechaza los despidos de dos redactores del diario El Adelantado de Segovia tras haber apelado a la cláusula de conciencia y presentarse a elecciones sindicales

Son demasiadas las veces en las que en estos últimos años el periodismo aparece ligado a los términos precariedad laboral, desempleo y crisis de credibilidad en colisión con la ética y la deontología que han definido siempre a la profesión. Ante los obstáculos que los primeros suponen para el ejercicio diario del periodismo, la única herramienta con que cuenta el colectivo para defender los segundos es apelar a la cláusula de conciencia. Lo primero además se combate con otro derecho fundamental como es la libertad sindical.

Los recientes despidos de los redactores Juan Martín Misis y Sergio Arribas Senín del diario «El Adelantado de Segovia» han coincidido con que ambos han presentado candidaturas a las elecciones sindicales en la empresa y ambos, junto con la práctica totalidad de la redacción, solicitaron amparo a la Asociación de la Prensa de Segovia apelando a la cláusula de conciencia y reclamando su derecho a no firmar aquellos artículos que considerasen por estimar posible manipulación por parte de la empresa editora. Esto sirvió para elevar una queja ante la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo quien dictó resolución concediendo el amparo a los profesionales.

El Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía condena estos despidos y se suma al rechazo que ya han manifestado tanto la  la Asociación Segoviana de la Prensa Deportiva (ASPD) como la Asociación de Periodistas de Segovia (ASP) y el Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León y que ha sido respaldado por la FAPE y otras organizaciones sindicales.

Estos hechos son los que debilitan aún más la tan dañada libertad de expresión e información en nuestro país y perjudican el desarrollo de una sociedad democrática supuestamente asentada en firmes valores constitucionales como son la libertad sindical o la cláusula de conciencia, un derecho este último que se ha quedado corto, como resulta evidente, para la defensa del ejercicio del periodismo libre e independiente.

 

Editorial: la “noticia hamburguesa” y la tuna femenina

El jueves pasado tuve el honor de asistir a la inauguración oficial del curso académico 2016-2017 en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla. Muchos recuerdos vinieron a mi memoria, recuerdos que aún creía sentir como vivencias cercanas y, sin embargo, me vi sorprendida por el salto generacional evidente, apreciable en los estudiantes y menos en los profesores; y me percaté que había olvidado el color de la toga con la que me licencié: ese azul grisáceo que se antoja para muchos irreconocible e indefinido, en clara ironía de cómo hoy se nos percibe a quienes nos dedicamos al periodismo y la comunicación.

La nota de color la puso doblemente la protagonista indudable de la jornada: la tan querida Rosa María Calaf, que despertó interés y admiración y cómo no el deseo incontrolable de todos de hacernos una foto con ella. Debe ser curioso que alguien que lleva toda su vida haciendo a otros protagonistas, asuma con tanta naturalidad ese papel ante un público expectante y ansioso por recibir las claves de la profesión, a través de la sabiduría encarnada en mujer y esta vez en algo más de minuto y medio.

Y ciertamente no defraudó; al menos a mí. Y lo extraño es que no dijo nada fuera de lo común, de lo racional, de lo justo, de lo objetivo, de lo que todos pensamos pero que compartido en voz alta y ante un sala repleta de mentes inquietas, suena más contundente y más cargado de razón. Y es que quizás no lo decimos suficientemente alto pero la idea es básica: educar para pensar. La formación y el conocimiento junto con la experiencia que da el natural paso de los años son los únicos antídotos que tenemos para acabar con la “noticia hamburguesa”, que es como Calaf definió a la mayor parte del periodismo que se hace hoy. Un producto volátil, de fácil consumo, barato para el consumidor y que deja un poso muy pesado pero poco sustancial en la sociedad; que provoca, diría yo, unos niveles de colesterol intelectual altamente nocivos para la salud de la ciudadanía y la democracia.

Sin embargo, algo debe haber aún en esta profesión que sigue atrayendo a los más jóvenes porque, año tras año, son muchos los que continúan marcando la x en los títulos impartidos en las facultades de comunicación (este año se han emitido más de 300 títulos y hay más de tres mil alumnos matriculados entre las distintas disciplinas que se imparten, y sólo en la Facultad de Sevilla). Y lo hacen, intuyo yo, pensando que estos estudios son el paso previo a un futuro más o menos estable, como ciudadanos dispuestos a servir a la sociedad y ejercer la responsabilidad que esta atribuye a los periodistas.

El actual edificio de la Universidad de Sevilla cuenta con una instalaciones que ni de lejos imaginé en mis días: varios platós de televisión, estudios de radio con las últimas tecnologías, cabinas y aulas para edición digital, laboratorios de fotografía…y lo más actual y moderno de todo: la tuna femenina. Cosas de los nuevos tiempos: mujeres que además de ser periodistas quieren ser tunas. No sé si en sus canciones habrá alguna dedicada a Anna Politkovskaya o si entre sus musas estarán Colombine, Oriana Falacci u otras más actuales, pero confío en que al menos aquello que les empuja a colgarse capas y oropeles y tocar bandurrias, guitarras y panderetas, les anime igualmente, a ellas y a ellos, a mantener la ilusión y recuperar el porte de esta profesión.

Eva B. Navarrete. Decana del CPPA

Luto en el periodismo andaluz por el fallecimiento de Patricio Gutiérrez del Álamo, «Pachi»

Hoy ha fallecido en Málaga uno de nuestros periodistas de referencia, Patricio Gutiérrez del Álamo, «Pachi». Nacido en Tánger hacía 58 años, cursó sus estudios de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y en 1981 inició su andadura en los Servicios Informativos Centrales de Radio Nacional de España (por aquél entonces la Radiocadena Española). Durante varios años, desarrolló su trabajo en la Cadena Ser, para asumir en 1988 la dirección del Centro de Producción de Canal Sur Radio en Sevilla. Desde entonces, se mantuvo ligado a la Radio Televisión Andaluza pasando por diversos cargos de responsabilidad hasta que en mayo de 1997, se puso al frente del Defensor de la Audiencia de la RTVA Canal Sur Radio y Canal Sur Televisión.

patricio_gutierrez_del_alamo

Además de por su curriculum profesional, siempre ha destacado por su compromiso con la profesión. Esta actitud que le llevó a participar muy activamente en todos niveles de las asociaciones de la prensa, llegando a ocupar el cargo de vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España y presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones de la Prensa (FAAP), desde donde se impulsó la creación del Colegio.

Desde el Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía, no podemos sino manifestar nuestro apoyo a familiares, amigos y compañeros y trasladar nuestras condolencias por la pérdida de una gran persona y uno de nuestros más queridos colegiados.

Editorial: La crisis de los medios también es crisis de los periodistas

El mundo del periodismo está en crisis, como lo ha estado siempre. No es nada nuevo. Pero esa crisis no se refiere solo a las empresas periodísticas, a su modelo de explotación y gestión, sino también al modelo profesional donde no es que hagamos autocrítica es que somos tan críticos con nuestro colectivo que muchas veces rozamosel cainismo. La crisis de las empresas periodísticas tiene un componente exógeno y otro propio, endógeno. La económica que afecta o ha afectado a casi todos los sectores y la propia porque los empresarios se metieron en la aventura audiovisual como la panacea para ganar dinero e influencia y reventaron los fondos de reservas y también porque se han topado de frente con el periodismo digital y saben que eso les cuesta dinero como el papel pero nadie se atreve a dar el primer paso para cobrar el servicio. El periodismo no es gratis y al final esta disfunción la están pagando los profesionales del periodismo. A ver si los empresarios aclaran ya de una vez por qué modelo apuestan.

En ese escenario pantanoso estamos nosotros, con nuestra endogamia, con nuestra desunión, con esa crítica sin paliativos al corporativismo, sin matices. Esta ha sido siempre en nuestro colectivo la palabra maldita: el corporativismo. Y claro los poderes políticos y económicos se frotan las manos. Los periodistas, que somos los que creamos opinión pública, que es la que gana o pierde las elecciones, estamos desunidos ¡ah¡ porque no somos corporativistas. Fantástico. Así que a la crisis de las empresas se une la propia de los periodistas, aunque esta última es de siempre. Como también es de siempre que casi nunca hemos visto una medida de presión general del mundo del periodismo contra los abusos de las empresas o de las instituciones. Ni siquiera el detalle de abandonar una rueda de prensa cuando un político no admite preguntas. Ya lo decía Unamuno, “La búsqueda del pan desune”. Un poquito de corporativismo, solo un poquito y moderadamente, sería suficiente para combatir al unísono tanta precariedad, sueldos de pena, condiciones laborales deprimentes. Y la contínua espada de la provisionalidad en el empleo. Si nosotros no nos defendemos, no vendrá nadie a hacerlo.

El panorama se complica cuando en este país salen al año miles de licenciados y graduados en periodismo; gente con una preparación universitaria y académica excelente que se topa con un mercado laboral sin capacidad para absorber tanta mano de obra. Y cuando la mano de obra sobra la primera consecuencia lógica es que se abarate. Y si a eso le unimos los becarios y los contratos de prácticas, entonces nos encontramos con redacciones fantasmas. Y las empresas siguen frotándose de nuevo las manos porque aquí, todavía, no nos hemos enterado que tenemos que caminar unidos.

Lo siento si me ha salido un artículo poco alentador, pero para solucionar nuestros problemas hay que contarlos primero. Con claridad.

Rafael Salas Gallego

Presidente de la Demarcación Territorial del CPPA en Málaga.

Editorial: La crisis del Periodismo

Después de treinta años trabajando en comunicación me reafirmo en que la esencia del periodismo no ha cambiado y somos los periodistas los que tenemos que velar por ella.

Han cambiado las formas de comunicar, internet ha revolucionado nuestro ámbito profesional, la hiper-información que nos rodea de forma gratuita ha llevado a la sociedad a no valorar nuestra labor profesional que es fundamental para el mantenimiento de la libertad y la democracia.

Todos tenemos la posibilidad de comunicar de forma inmediata y de “ejercer” de periodistas, las redes sociales proporcionan esa información al instante pero eso no significa que esa información sea de calidad y se haya elaborado con el rigor y la credibilidad necesarios.

El periodista no trabaja gratis, ni escribe gratis, ni elabora estrategias de comunicación gratis. Lo mismo que nos exigen profesionalidad y rigor nosotros tenemos que exigir una retribución digna por nuestro trabajo.

Creo que tenemos que reivindicar el prestigio profesional y denunciar la precariedad.

Creo que desde el Colegio de periodistas tenemos que trabajar en esta dirección y hacerlo entre todos. El colegio debe velar por la buena praxis profesional y defender el ejercicio de la profesión en las mejores condiciones.

Esta no es una tarea fácil dada la situación de precariedad y presiones en la que muchos profesionales tienen que desempeñar hoy su trabajo y la desunión existente entre los propios colectivos profesionales.

Nuestro gremio necesita instrumentos para denunciar los abusos que se están cometiendo contra esta profesión, una de las que en mayor medida ha sufrido los efectos de la crisis económica.
Lo ideal es remar todos en la misma dirección pero eso hoy parece una utopía, intereses de todo tipo condicionan y obstaculizan esta tarea.

Esther Barroso

Vocal Demarcación de Sevilla del CPPA