Entradas

El Colegio de Periodistas de Andalucía reclama a la Junta que aborde las medidas previstas en el Pacto contra la Violencia de Género en relación con los medios de comunicación y sus profesionales

Este martes, el Portavoz del Gobierno de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, ha anunciado en su comparecencia tras el Consejo de Gobierno la aprobación del decreto por el que se regula la Comisión institucional de Andalucía de coordinación y seguimiento de acciones para la erradicación de la violencia de género, que “contempla la creación de un grupo de trabajo para la puesta en marcha y el seguimiento de las actuaciones de este órgano colegiado y que vigilará las actuaciones derivadas del Pacto de Estado en materia de violencia de género en el ámbito de Andalucía”.

El papel incuestionable de los medios de comunicación y sus profesionales y su colaboración en la erradicación de la violencia de género, tantas veces verbalizado, queda recogido de forma clara y contundente en el documento refundido de medidas del Pacto De Estado Contra la Violencia de Género, de tal manera que del total de 292 actuaciones, que se presentan agrupadas en un total de 10 Ejes, 21 medidas hacen referencia expresa al sector audiovisual, la comunicación y la información y sus profesionales.

De manera concreta, dentro del Eje 1 “La ruptura del silencio: sensibilización y prevención”, se incorpora un apartado completo dedicado a los medios, en el que se recoge un total de diecinueve medidas dirigidas a las empresas y sus profesionales; dentro del Eje 5 “Impulso de la formación que garantice la mejor respuesta asistencial”, se detalla una medida orientada expresamente a  “Impulsar la formación especializada en violencia de género para los y las profesionales de los medios de comunicación”; y en el Eje 7 sobre “Recomendaciones a comunidades autónomas, entidades locales y otras instituciones”, se insta al Gobierno de España a liderar, en el ámbito de la Unión Europea, la promoción de un Pacto sobre medios de comunicación y violencia de género.

En este sentido, y tras el anuncio de la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz de que la dirección general de Violencia de Género, Igualdad de Trato y Diversidad pondrá en marcha de manera inmediata una nueva línea de subvenciones para realizar actuaciones de formación de profesionales dotada con 650.000 euros, el Colegio de Periodistas de Andalucía reclama a la Junta que destine de forma expresa una partida para formar a los y las profesionales de los medios, actuando en todo el territorio de forma coordinada, a través de la institución que ostenta la representación de los profesionales del sector, como pretende realizar con los Colegios de Psicología y Trabajo Social.

Del mismo modo, desde el Colegio “instamos al Gobierno a incorporar esta institución a la Comisión que se creará para el seguimiento y desarrollo de las medidas”, garantizando así la presencia de los representantes del sector, conforme a los preceptos recogidos en la Ley de creación del Colegio Profesional y sus Estatutos y poder acometer adecuadamente las actuaciones que se pretendan realizar. El Colegio considera fundamental abordar de manera inmediata ambas iniciativas ya que para asegurar el tratamiento informativo adecuado de la violencia de género, primero hay que formar a sus profesionales. “Sólo así podremos luego exigirles rigor y responsabilidad en las informaciones que se publican y podremos igualmente contribuir a erradicar la violencia de género en nuestra sociedad”, ha declarado la decana, Eva Navarrete.

El Colegio traslada sus alegaciones el IV Plan de Gobierno Abierto y pide que se incluyan acciones formativas para periodistas

En el marco del período de consulta pública para realizar alegaciones al IV Plan de Gobierno Abierto impulsado por el Gobierno de España y en el que quedarán recogidas las actuaciones que se llevarán a cabo entre 2019 y 2021 por parte de la Administración General del Estado, en colaboración con otras administraciones y entidades públicas y la sociedad civil, el Colegio ha trasladado sus alegaciones a dicho Plan, en la línea que lo ha hecho el Colegio de Periodistas e Asturias . Tal y como se especifica en el Portal de Transparencia, con este nuevo Plan se pretende «impulsar, fortalecer y mejorar la calidad de la participación en la gestión pública (…), profundizar en la transparencia, en los datos abiertos y en la rendición de cuentas de las Administraciones Públicas (…), «construir un sistema de integridad pública, fortaleciendo valores éticos y mecanismos para afianzar la integridad de las instituciones públicas y reforzar la confianza de los ciudadanos (…) y sensibilizar a la sociedad y a los empleados públicos sobre los valores del Gobierno Abierto».

Desde el Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía, se ha planteado una propuesta para que se incluyan en el Plan acciones de formación específicamente destinadas a los profesionales del sector de la comunicación mediática, de forma que puedan adquirir las competencias y conocimientos necesarios para transformar el ingente volumen de datos propiciado por las normas de transparencia en relatos comprensibles para la ciudadanía. Y es que el Colegio entiende que los periodistas estamos situados en un lugar clave en la cadena de la transparencia, pues somos quienes convertimos el material bruto proporcionado por las fuentes en mensajes comprensibles para las personas destinatarias, de forma que la transparencia tenga sentido y utilidad y cumpla así con su propósito.
 
Las disposiciones legales en esta materia suponen a la vez una oportunidad y un problema o un reto para el desarrollo de la labor informativa ya que, de un lado, se pone a nuestra disposición una cantidad enorme de información, alterando con ello la relación tradicional con las fuentes al disponer sin obstáculos aparentes de acceso directo a los datos, y al mismo tiempo nos enfrentamos a una gran reto profesional: seleccionar los datos correctos y trabajar con ellos para extraer y elaborar mensajes útiles.

De igual modo, entre nuestras funciones está la de fiscalizar también cómo están funcionando las propias disposiciones que se dictan en materia de transparencia para garantizar que estas se cumplan. Sin embargo, una vez más, el volumen de información generado por estas mismas disposiciones hacen que esta labor resulte compleja sobre todo sin disponer de la cualificación y el conocimiento adecuados. La transparencia ha supuesto un cambio de paradigma en el tratamiento de los datos y en la labor informativa que se produce sin que los planes de estudio de las facultades de comunicación estén dando plena respuesta. Y, además, la que se está ofreciendo en algunos centros, obviamente no alcanza a los egresados de otras promociones que en ningún caso han podido tener acceso a esta formación.

Por todas estas razones, y reconociendo la idoneidad de las medidas recogidas en el III Plan y que se orientaban a la formación de empleados públicos y del sector educativo, desde las dos corporaciones colegiales se han solicitado actuaciones similares ajustadas a las necesidades de los profesionales de la información y la comunicación.

La elaboración de este IV Plan se está llevando a cabo en distintas fases y tras haber superado las primeras con las reuniones de los Grupos de Trabajo y de la Comisión Permanente del Foro de Gobierno Abierto, el próximo 24 de mayo está prevista la reunión del Grupo de Trabajo de Formación y Sensibilización siendo la sesión plenaria del Foro el próximo 18 de junio.

El Colegio de Periodistas traslada a los grupos parlamentarios sus demandas para la mejora de las condiciones sociolaborales de los profesionales

El Colegio de Periodistas de Andalucía ha iniciado la ronda de contactos con los distintos grupos del Parlamento de Andalucía para trasladarles los objetivos de cara a esta recién estrenada legislatura, tras haberlos dado a conocer en la Asamblea ordinaria y en la reunión de demarcaciones provinciales celebrada a finales de marzo. Por el momento, la decana, Eva Navarrete, acompañada del secretario general, José Barrera, se ha reunido con Nacho Molina, de Adelante Andalucía, que será el responsable por este grupo de los asuntos relacionados con el sector en la Comisión de Presidencia, Administración Pública e Interior; y más recientemente ha mantenido un encuentro con Francisco Conejo, del grupo socialista, que asume también las competencias en la misma Comisión, quedando  en la agenda Ciudadanos, el Grupo Popular y VOX.

Imagen del encuentro organizado por el CPPA en 2018 previo a las elecciones andaluzas, con Nacho Molina, Toni Martin, Paco Conejo y Pau Cambronero.

El objetivo fundamental de estos encuentros es exponer las principales demandas que se plantean desde el Colegio, con la única finalidad de mejorar las condiciones sociolaborales de los periodistas y profesionales de la comunicación. El documento recoge un total de 18 medidas enfocadas hacia actuaciones de iniciativa pública y privada. Entre el primer grupo, aquellas relacionadas con el Compromiso público por el Empleo y la Profesión Periodística; las cláusulas sociales, medioambientales y de empleo en la contratación pública de publicidad institucional o servicios de comunicación; la referencia al Registro de Medios Digitales (ROMDA); la participación institucional; el ámbito educativo y de formación y el apoyo a la Ley de Creación del Consejo General de Colegios Profesionales de Periodistas que se ha de impulsar y aprobar a nivel estatal. En lo que respecto al ámbito privado, el Colegio demanda el impulso de programas específicos de apoyo al emprendimiento en el sector privado de la comunicación; la creación de un epígrafe de actividad específico en el IAE para profesionales de la información y la comunicación; definir un nuevo y específico código de ocupaciones por parte de los servicios públicos de empleo, para identificar las que corresponden más claramente con las actividades para las que capacitan las titulaciones universitarias propias; o velar por el cumplimiento de la normativa sobre contratación, con especial atención sobre la figura del falso autónomo, los abusos de contratos de formación, auxiliares de redacción y prácticas.

Reunión con el director general de Comunicación Social

También esta misma semana, en la ronda de reuniones institucionales, Navarrete y Barrera han tenido una primera toma de contacto con Juan de Dios Mellado, el director general de Comunicación Social de la Junta de Andalucía, responsable ahora de asuntos tan relevantes como impulsar el desarrollo de la Ley del Audiovisual y su reglamento, la gestión de las licencias de TDT o la planificación de la publicidad institucional, entre otras. En la reunión mantenida este miércoles en San Telmo, Navarrete ha trasladado el interés del Colegio por los efectos de la inversión publicitaria de la administración sobre el sector, especialmente por cuanto refiere a la incorporación de cláusulas en las licitaciones públicas para que sean consecuentes con la Guía en la que se recogen las cláusulas obligatorias y las recomendaciones en materia de contratación pública; en este sentido, y para el caso de los medios digitales, le ha invitado a poner en valor el ROMDA (Registro de Medios Digitales de Andalucía), como instrumento de apoyo para la adjudicación de contratos, como ya ha hecho por ejemplo el Ayuntamiento de Granada.

También se abordó la situación de los profesionales en el sector público y la creación de puestos de trabajo específicos, una cuestión que compete directamente al nuevo director de la Oficina de Comunicación, Sebastián Torres, con quien se ha solicitado también reunión. 

[Descarga el documento completo de las medidas].

 

Monserga no, dignidad

Opinión

Reconozco que sería incapaz de utilizar la palabra monserga al hablar de cuestiones sensibles, o que  puedan adquirir en un momento determinado cierta trascendencia para mis iguales. Se trata de una expresión gratuita, innecesaria, despreciativa, que no deja espacio para la conciliación. Además, los términos desdeñosos no contribuyen a eliminar la confusión en un debate, y sí a provocar cierto riesgo de confrontación. No caeré en esa tentación. La monserga solo puede aplicarse a un mensaje vacío y repetitivo, y la profesionalización de los periodistas no puede ser considerada ni una cosa ni la otra.

El caso es que el periodismo español, cíclicamente se desangra, abierto en canal, para discutir sobre su realidad más lacerante, en base a la premisa de una formación superior reglada para el ejercicio profesional, que no todos aceptan. No es el caso de discutir sobre la libertad de información, ni sobre el libre acceso a los medios de comunicación, que consagra la Constitución española en su artículo 20, sino sobre la necesidad de una reserva de ley en el oficio de los titulados universitarios especializados en la gestión técnica de los medios, como garantía precisamente de ese libre acceso a los medios de todos los ciudadanos.

Hablamos, discutimos, sobre la necesidad de un título en esta especialidad. Porque lo que no está en discusión es la necesidad de una formación rigurosa,  cuya responsabilidad la mayoría coincidimos en que debe ser asignada al ámbito disciplinado de la Universidad. Ya el Estado lo ve así, al permitir, y de forma muy generosa, la proliferación de centros universitarios donde se estudia la carrera. Curiosamente, nadie ha querido poner freno a esa escalada suicida,  pero son muchos los detractores del título, aunque alguno de ellos llene sus bolsillos con dinero procedente de esa actividad docente tan denostada, donde abundan los másteres y los programas asequibles para todos los gustos (que no bolsillos).

Pero si todos los periodistas coincidimos en que la formación intelectual resulta un elemento imprescindible en el proceso de desarrollo y/o regeneración profesional de nuestro trabajo, no ocurre lo mismo en las valoraciones sobre el intrusismo. Aquí sí que discrepamos, y algunos lo hacen con una argumentación verdaderamente disparatada.

Lejos de considerar el asunto una anomalía, a la que se quiere otorgar carta de naturaleza, existen opiniones que asignan a los editores la capacidad exclusiva para discernir sobre la cualificación profesional de los informadores. No lo dicen abiertamente, y sus razones tendrán, pero lo cierto es que sus actos les delatan. Jamás dirán lo que todos pensamos: si los editores nunca estuvieron en la pelea por la libertad de prensa, ni lo han estado nunca en el esfuerzo por la dignidad laboral de los periodistas,  resulta demasiado evidente pensar que tampoco estarán en la penúltima batalla por la regulación del ejercicio periodístico, lo que ahora plantea el colectivo.

La titulación universitaria de los periodistas, incluidos los problemas laborales causantes de su descontrol, ha generado en cambio un sentimiento de grupo que la profesión antes no tenía.  Con eso no contaban los empresarios y adláteres (curiosamente, no he leído aún un artículo de un editor posicionándose sobre el tema), por eso siguen mostrando los mismos argumentos oportunistas, que encadenan  indistintamente razones laborales, profesionales, políticas y coyunturales para justificar lo injustificable. Todas con la misma conclusión: no hay que molestar al que paga. Sospechoso.

Luego están los argumentos relativos a la cuenta de resultados de las empresas,  el último recurso en un discurso ignominioso.  En realidad, las continuas crisis del sector solo han contribuido a empobrecer la profesión en la misma medida en que se enriquecían los editores. Alguien significativo lo señalaba en una ocasión: en este sector hay dinero inagotable para pagar despidos, pero no lo hay para retribuir dignamente a los periodistas, a los que además se culpa de no haber descubierto la solución que haga rentables los medios digitales. Porque las soluciones del empresario, como todo el mundo sabe,  no han ido más allá de la reiterada disminución de salarios, y la reconversión de las redacciones para hacer del periodista un obrero orquesta, hábil para cubrir todas las funciones posibles bajo un mismo contrato, y en jornada interminable. 

Según esta tesis, los proyectos informativos tradicionales (deontológicos) deben pasar a un segundo término, para así poder acabar con la última frontera que impide la robotización del sector.

Por si fuera poco, han aparecido los Colegios de Periodistas, que lejos de autosilenciarse, como históricamente han pretendido imponer los editores al colectivo de periodistas, están reivindicando la regeneración del grupo en base a la titulación universitaria, único elemento que ha logrado cierto consenso ante la imprescindible necesidad de una gestión deontológica de los medios y una independencia de criterio frente a las presiones internas y externas.

Los Colegios, por lo visto, amenazan el esquema tradicional de los medios, donde la endogamia profesional debe ser quien conceda la credencial de periodista, y no la Universidad, aunque sea mediante un título fácil y bonito con el que adornar el despacho de algún pariente director, nombrado a veces por razones de consanguinidad y no por méritos intelectuales.

Pero, por lo que parece, es el propio título la objeción. La titulación, o no, en periodismo, es lo que curiosamente nos enfrenta entre nosotros. Un eslabón más en la enloquecida dinámica de este gremio, al que desde luego nadie tendrá la osadía de tildar de corporativista.

Pese a todo, incluidas las calamidades laborales, los objetivos de la profesión han venido cumpliéndose. Tal vez con demasiada lentitud, por el empecinamiento de factores de todo tipo. Pero avanzamos. Primero fue la democratización de las estructuras del colectivo, luego la creación de las facultades universitarias para los estudios de la profesión y ahora, inexorablemente, los colegios profesionales. La presión de esa enorme avalancha de titulados, primero recibidos con orgullo en las redacciones y ahora, por lo que dicen algunos, no sin cierto desdén, sin duda ha hecho avanzar a la profesión en el camino correcto.

Hasta ahora el debate a favor y en contra siempre ha encontrado resquicios por los que pervivir. Se ha convertido en un dilema eterno, sí pero no, no pero sí. Sí, pero tercera vía, no pero formación rigurosa convalidable por los editores. ¿Qué  circunstancias diferentes concurren ahora? Tal vez los periodistas son ahora otra cosa. Y esto no son monsergas, es dignidad.

José Manuel Fernández
Colegiado Demarcación de Jaén

Curso reglado de formación en soporte vital básico y uso de desfibrilador

El Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía se une este año a la campaña ‘Todos los ciudadanos del mundo pueden salvar vidas» de la mano de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias 061, que organiza todos los años sesiones masivas  de formación en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP),  dirigidas a los más jóvenes con motivo de la celebración del Día Europeo de la Parada Cardiaca (el 16 de octubre).

En esta ocasión, dentro de los eventos organizados para la conmemoración de este día, el 061 ha puesto en marcha una iniciativa dirigida al Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía, con el fin de formar a nuestros colegiados/as a través de un curso de formación reglada que se celebrará el lunes 15 de octubre, en horario de 16.30 horas a 20 horas, en cada provincia. 

Podrás aprender como actuar ante atragantamientos tanto en adultos como en niños y en menores de 1 año, y cómo llevar a cabo técnicas de reanimación cardíaca, de la mano de monitores y profesionales sanitarios del 061. El curso es eminentemente práctico e incluye además aprender como utilizar los desfibriladores automáticos y cuando aplicarlos. 

Si estás interesado/a en el curso de formación gratuita y reglado en ‘Soporte Vital Básico y uso de Desfibriladores’ que ofrece la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias 061 a todos los miembros del Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía y familiares, ponte en contacto con tu demarcación territorial. Facilita tu nombre y DNI, así como un correo electrónico para poder enviarte el certificado del curso de formación. 

Algunas demarcaciones han abierto el curso a personal de medios de comunicación y gabinetes de prensa. Pregunta en la tuya, si es el caso.

Eventos

✖ No hay resultados

Lo sentimos, no hay entradas que coincidan con tu búsqueda.